Últimamente en nuestro país,
existe mucha delincuencia. Que ahora la solución que tienen los peruanos es
tomar justicia o la ya denominada campaña “Chapa tu choro y déjalo paralitico”,
que es pan de cada día en las noticias. Se nota la desesperación de todos,
porque solo pensar que no podremos
volver a casa, quizás suceda algo con nosotros a causa de la delincuencia,
aunque Dios no lo quiera.
A raíz de las recientes
declaraciones del ex presidente Alan García, sobre la pena de muerte; este tema
ha salido nuevamente a flote, y los ciudadanos indignados piden a las
autoridades que aprueben una ley sobre la pena de muerte para los delincuentes.
Este es un asunto muy comentado,
que en la actualidad hay países que todavía practican estas duras sentencias.
En total son 58 países, donde todavía es legal este castigo, siendo los
principales Estados Unidos, China, Irán y Yemen. Sin embargo, China, es el país
donde se realizan más muertes por esta ley, según datos de la ONG, se ejecutan
a más de mil personas por año.
La mayoría de los países, aplican
la pena de muerte en caso de delitos mayores, como la violación, tráfico de
personas, asesinato, parricidio, homicidio, entre otros. En nuestro país, los
peruanos exigen que se ejecute este castigo, por los mismos delitos, pero ¿será
posible que aprueben la pena de muerte? ¿Se terminara la delincuencia con esta solución?
¿Los delincuentes sentirán miedo?
Estas típicas preguntas que uno
se haría en el caso de decir nuestra opinión con respecto a esta polémica, pero
como nuestro país es democrático, se respetan las leyes. Por eso es imposible que
se apliquen, además el Estado firmo en julio de 1978, la Convención Americana
de Derechos Humanos (Pacto de San José). Este tratado consiste básicamente en
respetar los derechos humanos, esto deben cumplirlo todos los países que
firmaron el acuerdo.
Existe un detalle en particular
porque cuando el Perú certifico el documento, aún estaba en vigente la pena de
muerte contra los delitos de, traición a la patria en guerra exterior,
homicidio calificado y otros. Aunque solo en la Constitución del 1979, donde
solo se mantuvo la pena de muerte por delito de traición en caso de guerra,
pero los demás los elimino. Desde entonces hasta ahora no ha sucedido una sentencia basándose en esta ley.
¿Cuál sería el objetivo, si las
autoridades deciden aprobar la pena de muerte? Muchos dicen que podría acabar
con la delincuencia, en cambio otros opinan, que para el delincuente, nada de
este le importa, porque tienen problemas psicológicos. Con tremendo descaro,
cuando son arrestados, dicen sin importarle absolutamente nada, ‘Si caigo, caigo. Si muero, muero pues’
Hasta donde hemos llegado con
tanto descaro. Matar a todos los criminales que se me cruzan, a eso llamaríamos
solución. Se han dado casos, que la justicia popular ha condenado a inocentes
en su afán de aclamar ley, llevándolos a la muerte.
El caso del monstruo de Armendáriz,
fue uno que jamás se podrá olvidar. Ante
el reclamo de vecinos y pobladores de una comunidad, las autoridades buscaron
al responsable del asesinato de un niño de 3 años, Julio Hidalgo Zavaleta. Tras
el testimonio de un declarante, quien había supuestamente reconocido al autor
del horrendo crimen, culpo a Jorge Villanueva Torres más conocido como el “Monstruo
de Armendáriz”. A pesar que clamaba inocencia, nadie le creía y peor aún,
porque él tenía ya historiales policiales, y eso lo convertía en un sospechoso
peligroso. La madrugada del 12 de setiembre de 1957, fue ejecutado Villanueva,
tras varios juicios en su contra, se tuvo que declarar culpable. Las últimas
palabras que exclamo; ¡Soy inocente!
Luego muchos se comenzaron a
preguntar si en realidad era inocente. Días después, el único testigo del asesinato,
se contradijo y dijo; "Espero que la sociedad me dé un trabajo estable
para mantener a mis tres hijos". Transcurrido el tiempo, se dieron cuenta
que el turronero, se había contradicho en sus declaraciones más de 30 veces.
Si en el pasado sucedió este
hecho, que es importante recordarlo. Puede que en la actualidad suceda lo mismo
y se condene gente inocente, y no queremos llegar a ese extremo. Es verdad que
indigna ver cómo te roban, ver en las noticias, niñas violadas por uno de sus
familiares o ha sido secuestrada por un psicópata de la calle, que maten a
empresarios solo para robarle unos billetes.
A los delincuentes, no les
importa nada; si les dan la condena a muerte, será en vano, porque sus familias
seguirán en el mismo delito. No nos hará mas matando a un criminal, pero sí que
reciban una dura condena, si es posible cadena perpetua. A las autoridades hacer
cumplir con las leyes y hacer pagar a esos, cara de palos; para que podamos
tener un poco de tranquilidad, caminar por las calles sin pensar que atrás nuestro
hay un delincuente.