El algún momento hemos pasado por esos bloqueos u otro tipo de situaciones que nos han llevado a un estrés profundo o siendo mas fuertes en una depresión. Así se sintió José Carlos Yrigoyen, como nos lo relata, donde nos expresó la sensación que sintió en la época que comenzó esta aventura al escribir su libro y por la dura situación que pasaba.
"Comencé a escribir este libro hace cinco años, poco después de haber emergido de un largo episodio de depresión. Fue una temporada en la que no hallé ningún trabajo estable, me consideré invalidado para la literatura y, sobre todo, fui incapaz de sentir cualquier interés o afinidad por las personas y las cosas que me rodeaban".
Pero menciono algo que captó la
atención y que muchos no suelen divulgarlo de una manera simple, porque se
trata de un tema delicado, que lo llevo a consumir unas sustancias que no llego
a especificar.
"Todas estas conductas e insuficiencias se agravaron por causa del consumo reiterado de una sustancia de la que me proveía semanalmente; cuando no podía disponer de ella, naufragaba en una angustia e irritación insoportables. Acabé por aislarme, por cerrar mis fronteras, como hacen esos países pequeños y hoscos donde la gente camina por la calle".
Donde hace mención a las fronteras, como un ejemplo de la situación por la que estaba pasando. Como la relación que tenia con otras personas, que llego al punto del aislamiento. Y por ello los demás o el sentía que no hacia falta y que los demás ya no lo tomaban en cuenta.
"Cuando empezaba a creer en mi situación iba a volverse permanente, cuando procedí a comportarme como cualquier animal que se resigna, de pronto las cosas fueron mejorando y pude volver a trabajar y a reconstruir gradualmente mi casi disuelto vinculo con el tiempo y con las personas. No obstante, rehabilitar mis facultades, deterioradas por aquel aburrimiento esencial, fue un proceso lento y áspero que solo pude cumplir a medias".
Se manifestó así, cuando la vida ya le sonreía y salia poco a poco del momento duro o mejor dicho critico de su vida. También se le notaba otro aspecto al poder hablar de como se puede salir de una situación difícil y que todo se puede superar y sin pensarlo mejora.
En breve, comento que tuvo que lidiar con un problema, algo que el había hecho toda su vida, por lo que había dedicado tanto.
"Sin embargo, ya no pude
volver a escribir poesía. Hasta ese entonces había escrito cinco libros de
poemas, no había hecho otra cosa sino dedicarme a eso desde los dieciocho años
y hasta antes de mi etapa oscura nunca concebí la posibilidad de dejar de
hacerlo. Pero un día indeterminado esa fe se perdió, sin dolor, como a quien le
erradican una extremidad donde la necrosis ha impuesto sus maneras. Ni siquiera
quise intentarlo; el desinterés fue tan rotundo que hasta a mí mismo me sorprendió.
Tan rotundo que han pasado los años y no he vuelto a sentir la necesidad de volver
a escribir un solo verso, como si realmente nunca hubiera compuesto uno en toda
mi vida".
PIER PAOLO PASOLINI |
Nos comento que eso le sirvió para tomar un proyecto que tenia pensado desde hace años, algo especifico, en la época donde estaba en la universidad. Sentía la fascinación por Pier Paolo Pasolini. Explico que se puso a leer todos los libros que hablaran de el, empezó una investigación tan profunda, pero que como el mismo lo menciona, le fue dando forma, pero que no tuvo final.
"Como sea: el punto es que me aboqué a mi proyecto durante un año de trabajo intenso y nocturno. Todos los días, a las siete de la noche, me encerraba disciplinadamente a transcribir notas, celebrar alianzas y establecer disidencias entre mis posturas y las de los libros que atestaban mi escritorio. A darle forma a un texto que, finalmente, abandoné a las puertas del capitulo final".
Nos dijo que el lo tomo como un acto sincero, que no podía continuar con el proyecto, no le veía sentido. Sentía que tenia una deuda con el mismo, primero expreso que debía encontrar la razón de su problema.
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